Uno de los síntomas relacionados con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es la falta de autocontrol, tanto en impulsos físicos como de pensamientos y emociones. Existen numerosas programas de intervención con personas con TDAH, familias y centros educativos que buscan desde concienciar sobre el trastorno, hasta formar sobre formas de intervención con el mismo (farmacológica, cognitivo conductual, psicoeducativa…). También encontramos programas dedicados a formarnos en la autoregulación o el manejo de estrategias para ayudar en nuestras funciones ejecutivas.  Hoy, queremos hablaros de un factor muy importante en la vida de cualquier persona, pero que adquiere más importancia cuando hablamos de salud mental: la necesidad de conocer nuestras emociones y aprender a expresarlas. 

Conocer nuestras emociones

Trabajar en el reconocmiento de las emociones nos ayuda a ser capaces de detectarlas en nosotros mismos y los demás. Somos capaces de ponerles un nombre, atribuirles momentos y sensaciones y, por supuesto, de empatizar con los demás.

Para trabajar el reconocimiento de emociones, podemos dar diferentes pasos:

Conocer nuestras emociones es básico para adaptarnos a la vida en sociedad. Es algo que debemos trabajar porque nos hará comprendernos y aceptarnos

Expresar nuestros sentimientos

Tras conocer nuestras emociones, vamos a poder ir expresándolas. Es importante aprender esto. Aunque parezca algo básico, aprender a expresar nuestros sentimientos de la manera adecuada puede hacernos mejorar tanto nuestra autoestima como nuestras relaciones con los demás. Es vital saber expresarnos, saber nombrar lo que nos pasa como paso previo para aceptarlo y trabajarlo. Además, nos ayudará a mejorar la comunicación familiar. Para ayudarnos podemos:

Una vez aprendemos a expresar nuestras emociones podemos reflexionar sobre su utilidad. En el blog hablaremos más adelante de ello, pero cada emoción nos ayuda. Podemos reflexionar con ellos viendo la película Inside Out y pensando en por qué era tan importante que la protagonista mostrase su tristeza cuando realmente la sentía, o para qué nos sirve el miedo, el asco o la ira.

Pautas para las familias

Es importante que pensemos que, para que reconozcan y expresen sus emociones hemos de dedicarles tiempo. Es un trabajo en el que nos necesitan y, además, que probablemente nosotros también necesitemos. Es probable que nosotros también necesitemos trabajar en reconocer nuestras emociones y aprender a expresarlas, por lo que puede convertirse en una actividad que hacer en familia. Eso sí, cuidado con la intensidad de la misma. Los adultos tenemos problemas que nos generan ciertas tensiones o emociones que pueden influir en los más peques, así que vuestra participación en esta actividad, en ese caso, puede ser más como guía, dejando después un tiempo para dedicaros a realizarla vosotros mismos.

Algunos consejos:

Recursos recomendados

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