Ya sabemos que, las personas con TDAH tienen problemas con las funciones ejecutivas. Éstas son actividades que realizamos para planificar una acción, resolver un problema, organizarnos, evaluar comportamientos o acciones… Como vemos, tener dificultades en estos procesos puede hacer que cualquier actividad se nos haga muy complicada. Aunque usamos las funciones ejecutivas más allá del centro educativo y es importante comprender que el TDAH no solo está presente en las horas en las que el niño o niña está en el centro educativo, hoy queremos daros algunas pautas o ideas para la planificación del estudio en casa.
Planificar el estudio es una asignatura aún pendiente para todos. Necesitamos que en los centros educativos se refuercen estos aprendizajes. Que comprendamos que saber estudiar es tan importante como el contenido a estudiar en sí y que no se trata de memorizar, si no de un proceso a través del cual somos capaces de comprender e interiorizar lo que estamos trabajando. En este sentido, si cualquier alumno se ve presionado ante los estudios, los alumnos con TDAH se encuentran con más obstáculos debido a los problemas en las funciones ejecutivas que mencionábamos al inicio del artículo. Nosotros creemos necesario formarles en técnicas de estudio, pero también implementar una rutina que les ayude a trabajar cada día para poder trabajar de la manera más cómoda posible. En nuestro caso, solo vamos a dar unas bases y creemos necesario que se realice una intervención en reeducación, a través de la que aprendan no sólo técnicas de estudio, también algunos trucos que les pueden ayudar en su día a día.
Tener una rutina, algo esencial
Ya hemos hablado anteriormente de la importancia de las rutinas en TDAH. En este sentido es importante que tengamos en cuenta que las rutinas nos ayudan a saber qué debemos hacer en ese momento, pero también debemos ser flexibles con ellas. Encontrar equilibrio en este sentido es complicado, pero no imposible. Nosotros os damos algunas recomendaciones:
- Intentad crear juntos una rutina que se adapte a sus necesidades. Tener una rutina artificial e impuesta no nos servirá de nada. Es importante que nos reunamos y decidamos, juntos, qué horarios son mejores para cada actividad. Tenerles en cuenta es esencial para que puedan sentirse motivados con su rutina.
- Deja que la rutina tenga espacios para ellos. Sabemos que van a necesitar esos momentos para ellos. Van a tener necesidad de moverse, estirarse… deja que las rutinas tengan eso en cuenta. De nada nos sirve esforzarnos por estar dos horas sentados en una silla: nos frustrará más y es algo que no queremos.
- Cuando hagáis las rutinas, tened en cuenta las horas de más luz para que puedan estudiar o hacer los deberes, eso sí: dales tiempo para salir a jugar o dedicarse a sus aficiones.
- ¿Un día no se puede llevar a cabo la rutina? No pasa nada. Es importante que entendamos que no es una «ley» si no una estrategia con la que podemos ser más felices en casa y en el cole. A veces, no podremos llevarla a cabo, pero al día siguiente podemos reflexionar el por qué y tratar de volver a ella. Aquí os sugerimos que, si un día no puede llevarse a cabo, por la noche hagáis juntos un repaso a lo que haréis al día siguiente. Así empezaremos a ubicarnos, de nuevo, en nuestra rutina.
Tiempos y espacios de estudio
Aunque no le solemos dar la importancia que tiene en nuestra vida diaria, ya sea por el ajetreo diario o por simple falta de concienciación, el espacio y tiempos que dedicamos a una tarea son importantes. En este sentido, es ideal que tratemos de generar la rutina de la que hablábamos anteriormente, pero además, debemos tener en cuenta:
- Tener un espacio para trabajar ordenado y con luz y silencio es vital. Eso nos permitirá concentrarnos mejor en lo que hacemos en ese momento.
- Aprovechar el lugar de estudio para tener recordatorios que nos interesen puede ser interesante: carteles con autoinstrucciones para estudiar o resolver problemas, horarios o rutina del día, contenido que necesitemos aprender y nos esté costando más de la cuenta interiorizar… No se trata de ponerlos donde podamos distraernos, pero sí de tener un espacio en la habitación como «tablón de recordatorios».
- El orden es esencial, así que os recomendamos que en este espacio, tengáis etiquetas para que ellos sepan dónde va cada cosa (al menos, al principio). Es importante, además, que todo esté bien clasificado: los libros es un estante, los folios en otro… cada cosa debe tener su lugar.
¿Podemos ayudarles?
Nuestros hijos necesitarán ayuda con los deberes, tengan TDAH o no. Sin embargo, cuando tenemos TDAH, nos cuesta más planificar el estudio. Por ello, quizá sea necesario que, mientras establecemos con ellos y los profesionales que trabajan en su mejora, una rutina de estudio, tengamos que ayudarles un poco. En este sentido, las autoinstrucciones son muy importantes, pero nosotros tendremos que ayudarles.
- Pídele al profesional con el que trabjáis tener autoinstrucciones para guiar su estudio/deberes.
- Comienza siguiendo los pasos con él.
- Poco a poco, deja que los haga solo. Así ganará autonomía y confianza.
No se trata de resolver sus tareas por ellos, pero sí de darles el empujón y apoyo que necesitan.
Desde PerspectivaMente, queremos comenzar 2018 con una serie de artículos para que ayudarles en el estudio sea más sencillo. ¡Os esperamos en el siguiente artículo!
Recuerda que si tienes dudas sobre TDAH, te las resolvemos aquí.